Transcripción |
Pop a la Mode
"Depeche Mode quiere ganarse el respeto
del público". La banda britanica puede
vender millones de álbumes y tocar ante una
enorme cantidad de espectadores en estadios
de fútbol, pero los nuevos gigantes del
tecno-pop no están satisfechos. En esta
entrevista, Dave Gahan y Martin Gore hablan
del suceso de "Violator" en los EE.UU. y del
alejamiento de Vince Clarke, se proclaman
derechos y se mofan del norteamericano
promedio. Los fans también tienen la
palabra.
"Me llamaron homosexual unas veinte veces
durante el día de hoy", dice Andy Fletcher,
de Depeche Mode, desde un sillín del Centro
Cívico de Pasadena, en Florida, donde el
grupo británico está por comenzar otro
ensayo. "Y los que me gritaban eran tipos
que se asomaban por las ventanillas de los
camiones. Este es un lugar bastante
atrasado, ¿o no?".
"Es por el corte de pelo", dice el cantante
Dave Gahan, en jeans y una remera sin mangas
con unos pechos de mujer.
"En Estados Unidos la gente piensa que sos
homosexual solo porque tenés el pelo corto.
Excepto en el caso de los marines
-refiriéndose, obviamente, a los hombres de
la Base Naval de Pensacola-, que nos guiñan
un ojo como diciendo <Pelo corto, OK>. No
nos va a quedar más remedio que salir con
los marines".
DM vino a Pensacola con su gira World
Violation, presentando el nuevo álbum de la
banda, Violator. Las entradas se venden bien
y rápidamente: 18000 boletos en Dallas y
Chicago en sólo una semana. En Orlando,
Tampa y Miami se agotaron a pesar de que DM
nunca antes había estado en Florida. En el
Estadio Gigants de Nueva York vendieron
42000 tickets en doce horas.
A pesar de ser montadas para apoyar la
edición de un álbum, las giras pocas veces
lo consiguen. Contrariando la regla, los
discos de la banda comenzaron a venderse. "Violator"
es el primer disco del grupo que vende un
millón de copias en los Estados Unidos, y
"Personal Jesus" -el único hit de la banda
desde "People Are People", en 1985- fue el
primer single de Depeche Mode proclamado
disco de oro.
DM decidió que el Centro Cívico de Pensacola
fuera su concentración durante esta
temporada, por la misma razón que Janet
Jackson lo hizo hace poco: el alquiler es
económico porque queda en Redneck Riviera,
en la zona de la costa del Golfo, un lugar
repleto de tipos en camiones que piensan que
los DM son homosexuales.
Después del ensayo de la banda, Dave Gahan
-casado, un hijo de dos años-, baja al fórum
del Hilton. COn él viene un guardaespaldas
que se llama Ingo y que no es necesario.
Depeche Mode es una banda respetuosamente
adorada.
"Quizás por nuestro temprano boicot a cuerta
parte de la prensa, fuimos una banda a la
que todo el mundo disfrute odiando", dice
Gahan de DM. "Y aun así teníamos un éxito
increíble. ¿Por qué creen que tienen tanto
éxito?, ¿Cuál es la razón por la que están
en este planeta? Este tipo de cosas solían
preguntarnos en las entrevistas. Y nos
íbamos sin contestar".
"Solíamos ensayar en una iglesia local",
dice Gahan sobre los comienzos de la banda,
que se formó en las afueras de Londres, en
el barrio de trabajadores de Basildon, en
1980 y que en su primera formación incluía a
Vince Clarkem de Erasure. "El vicario nos
prestaba el lugar siempre que fueramos
amables y educados y que no tocáramos muy
fuerte. Creo que, sin saberlo, comenzamos a
hacer algo completamente diferente. Habíamos
elegido los sintetizadores porque nos eran
cómodos, ya que solíamos viajar en tren".
Alguien lo interrumpe para el autógrafo de
rigor y Gahan le pide a Ingo que le traiga
un jugo de naranja.
"Por entonces -retoma molesto- la
electrónica se usaba de una manera mórbida y
triste, ambientes depresivos, música
industrial... De repente aparecimos nosotros
-esos chicos jóvenes que hacían bailar a
todo el mundo- usando, curiosamente, esos
mismos instrumentos que parecían haber sido
condenados a ejecutar sólo música ocultista.
Pero lo verdaderamente extraño era que la
gente, los chicos públicos, preferían bailar
antes que quedarse parados, con un
impermeable gris, al borde del suicidio".
Después de considerar una serie de ofertas
de los sellos importantes, como Phonogram
-"cantidades de dinero con las que nunca
podrías haber soñado"-, DM firmó con Daniel
Miller en el sello independiente Mute. En
1981, el grupo lanzó su primer álbum que con
Just Can't Get Enough como primer single,
llegó al Top Ten en Inglaterra. Poco tiempo
después, Vince Clarke abandonó la banda
argumentando que estaba cansado de viajar.
"Eso fue lo que dijo, pero, para ser
honesto, creo que mintió -dice Gahan-, creo
que llegó hasta donde podía. Algo pasó con
él, teníamos mucho éxito, aparecíamos en las
revistas y en la televisión. Todo le estaba
saliendo muy bien a Depeche Mode. Todos
querían saber algo más de DM. Creo que Vince
de repente empezó a desinteresarse por la
banda al mismo tiempo en que comenzaba a
recibir cartas de sus fans preguntándole qué
medias usaba. Martin ya había escrito un par
de canciones y cuando grabamos <See You> nos
olvidamos de él. Así fue. Chau, Vince".
Martin Gore está sentado junto a la piscina
del hotel, en cueros, leyendo una biografía
de Hermann Hesse, luciendo un par de shorts
negros y medias blancas hasta las rodillas.
Gore es muy personal. A diferencia de los
otros DM, toca un poco de guitarra en los
shows, lanzó un album como solista y unos
años atrás solía salir a escena con una
pollera. "Me parecía algo grandioso -admite
Gore-, pero no pensé que causaría tanto
alboroto".
Bajo las directivas de Gore, la música de DM
se convirtió en una fiesta negra. Su álbum
Black Celebration caló hondo en los tristes
corazones británicos, tan profundo como lo
había hecho la profana Blasphemous Rumours o
algunas de sus joyas retorcidas como
Strangelove o Mastar And Servant. Pero nunca
tan en serio como los primeros tres singles
de Violator.
No es necesario decir que la multitud en el
Centro Civico de Pensacola parece un
pandemonio durante buena parte de las dos
horas en que DM está sobre el escenario.
Desde su edición americana, "Violator" le ha
abierto a DM las puertas de los Estados
Unidos. Gahan dice que si se hubieran
considerado una banda de rock desde el
primer día, DM habría sido "más creíble"
pero que por su decisión de aparecer como un
grupo pop, la credibilidad "costó sangre".
Solo las listas de venta curaron las
heridas.
"Estuvimos preparando durante años nuestro
impacto en los Estados Unidos -dice Gahan-.
Creo que de alguna manera estuvimos al
frente de la nueva música y que, tal vez,
con el último disco hayamos conseguido
finalmente abrir el camino".
Un giro realmente favorable para DM. Pisar
fuerte en Estados Unidos es, para el mundo
de la música pop, haberlo conseguido casi
todo. Para mejor todavía no existe ningún
campo más solitario ni más amplio que el
tecno-pop. Gore dice que "la gente piensa
que no se puede hacer música soul con
computadoras y sintetizadores, lo cual nos
parece erróneo por completo. Pensamos que el
soul en la música viene de la canción. Los
instrumentos no tienen importancia".
"La belleza de la electrónica es que la
música se puede hacer en el dormitorio
-interviene Andy Fletcher-. No es necesario
que se junten cuatro personas en algún
depósito para ensayar. No es necesario tener
cuatro músicos excelentes que se peleen
entre si. Podés hacer todo en un dormitorio,
porque todo se limita a las ideas. Por
supuesto, es triste ver que desaparece el
tradicional grupo de rock, pero siempre
habrá un lugar para él en el cabaret".
Es la una de la mañana y Razal -la joven
aspirante a escritora que dijo que no
lograría nada si no conocía a Martin Gore-
enfrentó finalmente a su estrella. Los dos
estuvieron hablando en el bar del hotel
durante dos horas. En el hall, una
admiradora que estuvo dando vueltas
alrededor del grupo está llorando. Antes de
que Gahan pudiera subir al ascensor, alguien
le dice: "Martin, ¿me podés firmar un
autógrafo?". Grahan hace girar los ojos, por
un momento cansado de tener que vivir la
extraña vida de una estrella pop anónima.
"Por empezar, me llamo Dave -dice-, y no
tengo una lapicera".
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