Más Vale
Tarde Que Nunca, Llega Depeche Mode
El cuarteto británico tocará mañana en Vélez
su música para ¿las masas?
Los números soporte serán Babasónicos -que reemplaza a
Fabiana Cantilo- y Juana La Loca. Asociado de pleno con
la movida tecno de los 80, pero en rigor bastante más
cerca hoy del eclecticismo oscuro de U2, un grupo que
tuvo aquí fanáticos irreductibles debutará mañana en
Buenos Aires, liderando en el estadio de Vélez otro paso
de su "Devotional tour".
Como sucedió en 1992 con B 52's y en 1993 con Duran
Duran, el desembarco de Depeche Mode en la Argentina,
que se concretará mañana en el estadio de Vélez, parece
destinado alienar un vacío -acaso imposible- para una
porción importante del público musical argentino. Al
igual que en las actuaciones de aquellas dos bandas
símbolos del pop fácil reinante en los años ochenta, el
desembarco de DM se producirá cuando otra estética y
otros sonidos, en general más crudos, campean en la
escena mundial del rock. Si bien su propuesta actual
tiene un atractivo artístico poderoso -eso está
sintetizado en el último Songs of FaTth and Devotion-,
es innegable que, para las mayorías, el cuarteto
británico identi-" ficado primariamente con lo que
difusamente se conoce aquí como música tecno debutará en
Buenos Aires mucho después del momento en que tuvo
esplendor masivo en la Argentina. Eso sucedió en la
segunda mitad de la década pasada, cuando una constante
difusión radial y un período de cierta recesión del rock
clásico de guitarras eléctricas posibilitaron que fuera
considerada una banda potencialmente atractiva para el
consumo del público joven local. Tal vez loque ocurrió
con los Erasure -dúo sostenido musicalmente por Vincent
Clarke una vez que se alejó de Depecjie Mode- sea una
comprobación de lo afirmado: a principios de 1989,
completó la capacidad del mismo escenario de Liniers con
miles de adolescentes que por entonces estaban
subyugados por la marcha en las disco de moda y
escuchaban con fervor la FM de Radio del Plata, la Z95.
La imagen difundida aquí de Depeche Mode en los tiempos
de Music for the masses, quizá por el physique du rol de
los músicos y sobre todo por algunos exitosos simples de
difusión radial, distaba bastante de la realidad. Desde
el disco debut Speak and spell (1980), con puntos altos
en los posteriores Construction time again del '83 y
Black celebration del '86, quedaba claro para los
oyentes atentos que siempre se trató de una banda que no
se quedó en los ternas pegadizos y se permitió recorrer
los mismos caminos de la exploración tecnológica que
descubrió en los setenta el grupo alemán Kraftwerk. Así,
en muchos momentos de esos registros quedaban de lado
los costados plenamente bailables y festivos -por
ejemplo los hits "People are people", "Strange love" y "Just
can't get enough", que también figuran en primer plano
en el registro en vivo y en el largometraje 101 del
'89-, para sumergirse en composiciones más complejas, de
tonalidad oscura y con síntomas depresivos. El penúltimo
registro, Violator, del '90, marcó el comienzo de un
tiempo de cambios estéticos y musicales. Tres años
después apareció el notable Songs of fairh and devotion,
que produjo la definitiva reanimación conceptual de lo
esbozado anteriormente, incluso a partir de la mutación
de la imagen de sus integrantes. El pelo largo y la
barba de Andy Fletcher una clara muestra. Pero más que
nada, la mutación de los Depeche Mode se advierte en el
giro que dieron en el rumbo musical, mucho más cerca-'
no que antes a la combinación entre las bases bailables
y los ritmos mas tradicionales como el soul. Por
ejemplo, la bellísima "Condemnation". la crudeza
eléctrica de "I feel you" y la marcha de "Walking in my
Shoes". "In your room" y "Rush". Estas tienen cierto
parentesco con el concepto presente de los U2. Ese
material, justamente conforma el núcleo del Devotional
Tour que esta llegando a Buenos Aires más vale de que
nunca.
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